“¡Mira mamá, arbolitos! ¡Ay, vamos a verlos!” Voces de exclamación y susurros de los transeúntes que han notado nuestra exposición, son captadas sutilmente por nuestros oídos, dejándonos una sonrisa en los labios y una hermosa sensación en el pecho, sabemos así que ha valido la pena cada año dedicado a nuestro arte, y también este último esfuerzo por poner lo mejor de nosotros al alcance de todos. Esta fiesta del libro en nuestra capital es excusa suficiente para reunirnos en pos del público.
Además de una modesta exposición de arbolitos de pequeño y mediano formato, se impartieron dos talleres demostrativos: cómo hacer un enraizado sobre roca, y cómo hacer un nebari de calidad, por nuestro querido colega Raciel Mendez Gómez, reuniendo así a un público maravilloso de diversas edades.
No podemos dejar de agradecer a la Embajada de Japón en Cuba por la invitación, es para nosotros un honor y un gran placer compartir este espacio con ustedes, además de estar rodeados de su maravilloso arte, que incluía: origamis, vestuarios, haiku, manualidades, miniaturas… entre muchas otras maravillas.
Tampoco podemos olvidar agradecer a la propia Embajada por el maravilloso donativo del libro “A los pinos el viento”, de Luis Vallejo. Muchas gracias, prometemos tenerlo a buen recaudo y darle el mejor uso.
Pero ustedes, amigos y seguidores, no nos pierdan la pista, porque el año apenas comienza y todavía nos queda mucho por dar. ¡Quédate con Bonsái Habana!
Bonsái Habana 